Recopilación de los Pregones de Semana Santa en BIBLIOTECA

lunes, 9 de enero de 2017

IN MEMORIAM

“Herida el alma queda, cuando un amigo se  va”.

“Pasó haciendo el bien”   “Por sus obras los conoceréis”
Estas frases, no son mías, las dijeron hace muchísimo tiempo dos señores; un pescador llamado Pedro y  Mateo, recaudador de impuestos.
Con el mayor respeto y salvando las distancias, diría que son  perfectamente aplicables a mi amigo del alma Jesús Pérez González quien recientemente nos ha dejado, porque lo ha llamado su Cristo de la Misericordia.

Jesús Pérez y Ángel Delgado
Mi amistad con Jesús, (Jesuli) comienza allá por años 1945-46 con Mariano Ortega Palomero en la escuela de Don Cristóbal Ortega Reina en la cuesta Romero. Éramos un trío inseparable, que al llegar la Semana Santa Chiquita con más compañeros sacábamos “Los Pecados de David”. 



En aquella época todo lo teníamos que hacer nosotros, hoy todas o casi todas las corporaciones poseen una “cría chiquita de figuras” con la que disfrutan los padres, hijos y nietos.
Nos hicimos mayores… el trabajo… la mili… casamiento… cambio de ciudad, hijos etc. y  a pesar de todo, nuestra amistad ha perdurado siempre, por supuesto, el Cristo de la Misericordia es el núcleo de nuestro sentir.    
Me vais a permitir glose el por qué digo,  “Pasó haciendo el bien” mi amigo Jesuli.
Era el benjamín de cinco hermanos en tiempos dificilísimos y huérfanos de padre. Desde pequeño trabajó en cuanto a su edad le permitía, pues había que comer tres veces al día…  Fue un “currante” nato, listo, despierto, honrado, fiel, servicial y muchísimos más adjetivos positivos.
Buscando mejor porvenir con su Paqui de su alma decidieron emigrar a Madrid con una mano atrás y otra delante. Los principios fueron muy difíciles, pero el amor que desde niños se profesaban, cogidos de la mano superaron toda clase de  obstáculos habidos y por haber con la alegría que les caracterizan. Sacaron adelante sus seis hijos dignamente, proporcionándole todo de lo que ellos carecieron. Sintiéndose satisfechos y orgullosos de haber cumplido con la misión de padres responsables. 
Jesuli, a pesar de sus muchos años viviendo en Madrid, nunca dejó de sentir y pensar en pontanés. Fue uno de los fundadores de la  Manantera en Madrid, ocupando diferentes cargos en la directiva e incluso la presidencia.
Al llegar la merecida jubilación, puesto que sus hijos, -como suele decirse-“están cada uno en su casa”, decidió con Paqui afincarse en La Carihuela, al calor de sus hermanos Rafael, Paquita (matrona) y Pepe, pasando largas temporadas. Una vez allí, rápidamente contactó con los paisanos residentes en Málaga y alrededores “alistándose” de inmediato en El Incienso. Jesús, con su peculiar simpatía, espontaneidad y el saber estar se hacía notar; organizando viajes, excursiones, San Marcos, ferias etc. En la vocalía de actividades culturales se movía como pez en el agua, en fin, ¡qué voy yo a descubrir que no sepan en La Mananta de Madrid y en El Incienso!.
El verano pasado El Incienso tuvo la delicadeza de rendirle un merecido y cariñoso homenaje al matrimonio Pérez-Gil (Paqui-Jesús) del cual manifesté detalladamente en “Puente Genil Información”.
La vida no es toda de color de rosa, está compuesta de luces y sombras… y llegó lo que nunca tuvo que llegar; la enfermedad que cambió totalmente su vida.
Jesuli, sabedor de la espada de Damocles…, “hacía tripas de corazón” para no hacer sufrir a los suyos. Tan claro tenía su “problema” que deseaba venir para ver a su Cristo de la Misericordia y acompañarlo en el Vía Crucis. Por supuesto, sus hijos sin dudarlo un momento, operación “carretera y manta” a La Puente, sabían que él necesitaba de esa visita…
Jesuli, “Pasaste haciendo el bien”. Todos los que te  hemos conocido sabemos que fuiste buen hijo, buen esposo, buen padre, buen abuelo y buen amigo de  tus amigos.
Como buen Samaritano diste lo más valioso que una persona puede dar; su tiempo y entrega incondicional, eso está ahí y nadie lo puede negar. “Por tus obras te reconocerán”
Hasta siempre. Un abrazo manantero. 

                                                                                                                             Yo.  Ángel Delgado

Semana Santa 1949
Manuel Gómez Reina, Antonio Yelamos Pérez, yo y Jesús Pérez González