Recopilación de los Pregones de Semana Santa en BIBLIOTECA

lunes, 8 de diciembre de 2014

ELECCIÓN DE PATRONA EN PUENTE GENIL

D. Esteban Morales, Alcalde de Puente Genil,  renueva el Voto a la Patrona
En la villa de la Puente de Don Gonzalo, el domingo día 8 de mayo de 1650, se juntaron en cabildo abierto el Concejo, Justicia y Regimiento, eclesiásticos y seglares, alcalde mayor, el vicario parroquial, alcalde ordinario, alguacil mayor, licenciados, rector y curas de dicha iglesia; doctores y licenciados, comisario del Santo Oficio, presbíteros, escribanos públicos “y otros muchos vecinos de esta Villa, y todos por sí, y los demás vecinos de ella, así eclesiásticos como seglares, que de presente son, y en adelante fueren,” hicieron de forma oficial y dijeron:

“ QUE por cuanto han reconocido el riguroso castigo de la Divina Justicia que los vecinos de esta Villa han padecido con la plaga universal del pestilente contagio, y procurando los medios necesarios para reparo de tanto daño, y considerando que el principal y más seguro era templar la indignación de Dios Nuestro Señor, que nuestras culpas habían ocasionado, y que esto más cierto se podía esperar por intercesión de su Santísima Madre la Virgen María Nuestra Señora, cuya Purísima Concepción, sin mancha de pecado original, siempre han venerado…, nemine discrepante, la eligen y votan por tal Patrona de esta Villa, …y desde ahora para siempre jamás se obligan y obligan a los demás vecinos de esta dicha Villa que de presente son, y en adelante fueren, que guardarán y cumplirán dicho voto, y defenderán en público y en secreto el Misterio de la Purísima Concepción, …, y harán fiesta especial todos los años perpetuamente, en dicho día, con procesión solemne á su iglesia, en que ha de asistir lo eclesiástico y secular, …, y ayunándole en su vigilia, y todo lo referido guardarán, cumplirán y ejecutarán para siempre jamás… ”.

Encontraron a esta Imagen la más a propósito para encomendarse, pues como leemos en el Voto era antigua la devoción hacia Ella; ya que dejan claro que a esta Imagen “…siempre han venerado y há muchos años que han deseado votarla por patrona de esta dicha Villa, por la devoción que siempre han tenido…”.

El voto coincidía con el momento más grave de la epidemia, a la vez que revela un sorprendente auge de la devoción concepcionista. Por aquel tiempo surgía la piadosa tradición que contaba la aparición de la Purísima a un franciscano enfermo del contagio en el improvisado Hospital de “La Barrera”. En este ambiente fervoroso, posterior al Voto, tuvo lugar el milagro de la curación de la Villa; no como hasta ahora de forma popular se creía: que los vecinos se encomendaron a la Virgen para que los curara, la Villa se restableció y decidieron votarla por Patrona.

Vemos, mediante las Actas Capitulares, que no fue así; ya que deciden elegirla Patrona el mismo día que los médicos, traídos de Montilla, visitan la población. Cuando la enfermedad estaba en su punto más grave. Ponen sus esperanzas en Ella “con todas las cláusulas, requisitos y solemnidades”, y a partir de este momento, 8 de mayo de 1650, surge la pronta recuperación de la Villa. En tan solo un mes se pide a los médicos publiquen la salud y disponen la celebración de una fiesta en acción de gracias a la Purísima:

 “Que por cuanto Dios Nuestro Señor por intercesión de Nuestra Señora de Concepción, a quien este cabildo tiene por patrona, ha dado la salud a esta villa y vecinos del achaque del contagio que padecía y en la convalecencia hay algunos enfermos y ha muchos días que no han entrado enfermos en el hospital ni se han muerto, y para que conste lo referido, se acordó que los médicos de esta villa y cirujanos del hospital declaren y se hagan todas las diligencias que convengan en orden a lo referido y constando de dicha sanidad se publique la salud el domingo diez del corriente y en hacimiento de gracias este Concejo haga una fiesta a Nuestra Señora de Concepción en la iglesia parroquial de esta ciudad ”.

El 7 de julio, el concejo trataba sobre los gastos ocasionados por el contagio. La Villa carecía de medios suficientes para afrontar estos gastos, pero pudo contar con aportaciones de la Cofradía de Santa Ana, de la Cofradía de la Santa Caridad, del Obispo de Córdoba y, sobre todo, con las limosnas de los vecinos.

Durante las celebraciones religiosas la Imagen de Nuestra Señora permaneció en la Parroquia. Su regreso a la ermita de la Madre de Dios estuvo acompañado de festejos que el concejo ayudó a sufragar. En las Actas Capitulares de la sesión del 16 de octubre de 1650 se acuerda “que se pague de los propios de este concejo a Juan Ruiz Obrero, párroco y mayordomo de la Cofradía de la Concepción, cien reales para ayuda de las fiestas que se hizo para llevarla a su ermita”.

En definitiva el Voto es un juramento, en el que, como bien leemos, se obligaban y nos obligan a cuatro compromisos:

Primero defender el Misterio de la Purísima Concepción; en segundo lugar, hacer una Fiesta Especial todos los años el 8 de diciembre, con Procesión Solemne, tercero han de asistir los sacerdotes y seglares; y por último Ayunar el día 7. Abstinencia que se ha perdido sin justificación. Sería conveniente seguir reavivando estas cuatro responsabilidades que tienen los hijos de Puente Genil y retomar las que se hayan mermado. De esta manera guardaremos y cumpliremos a la Purísima nuestra promesa.

Fuente de información, nuestro blog amigo: PONTANEANDO