PREGÓN
DE JUEVES LARDERO EN MÁLAGA
Sábado, 22 de febrero de 2014
Lo
pronunció
Lorenzo Reina Reina
Lorenzo Reina Reina |
MÁLAGA. Jesús Asensi.
Los Amigos de Puente Genil en Málaga, Asociación que
preside Jesús Pérez, tiene para su tradicional Pregón de Jueves Lardero un
marco incomparable que se ha ganado a base de buenas relaciones públicas, de saber
estar y de que un socio pontanés, Ángel Jiménez, forma parte de la Directiva de
la Cofradía malagueña de Nuestro Padre Jesús en el Puente del Cedrón y María Santísima de la Paloma. Su
bella capilla y su hermosa casa de hermandad, situadas en la típica plaza de San Francisco, han sido
puestas a disposición de “El Incienso” que ya viene organizando aquí su Pregón
hace unos años.
Una gran aglomeración había a la entrada del templo, en que grupos de
pontanos residentes en Málaga, departían
amigablemente con otros hermanos de “El Arca de la Alianza” venidos con
sus mujeres desde Puente Genil para arropar a su hermano Pregonero. La iglesia,
bellísima, con sus imágenes de “La Paloma” y de “Jesús del Puente Cedrón”,
ornadas e iluminadas, se llenó
de un público expectante. Después de las palabras de bienvenida del
Presidente Jesús Pérez, la presentación del Pregonero corrió a cargo de su
hermano de Corporación Cristóbal Pérez, quien explicó su vínculo con Málaga desde
hace tiempo, donde estudió Derecho y donde trabaja como funcionario del
Ministerio de Justicia. Pero Lorenzo Reina no ha dejado de ir a su pueblo, de
ser un hermano activo de su querida Corporación “El Botellón”, en la que es
considerado como un hombre bueno, generoso, entusiasta y buen Manantero.
También recordó, con emoción, a su padre
Lorenzo Reina Melgar y a su hermano Miguel Reina.
Y con toda expectación, Lorenzo Reina Reina subió al
altar agradeciendo a los Santos Titulares del templo el cobijo que dan a un
“manantero” en esta bendita y mariana tierra malagueña. Comenzó nombrando a
Puente Genil, como
“pueblo
de fe y tradición que con el devenir de los siglos ha creado un espíritu propio y singular que trasciende nuestras
fronteras…”
y
expuso que su Cuaresma y Semana Santa
“no son para
pregonarlas sino para vivirlas y cantarlas con las cuerdas de la poesía, con el espíritu de un cántico, con el
alma de la saeta y con un pasodoble romano..”
Hizo una sentida glosa de lo que es ser pregonero:
“es poner
en tu corazón un gran altavoz hasta que enronquezca; es un reencuentro
inolvidable con nuestro pueblo, su rio, sus calles, plazas y huertas y, también, con nosotros mismos; es abrillantar
el tesoro manantero con un paño de pasión; es la verdadera expresión de una
manifestación cantada por un chiquillo con voz de hombre; es cantar con el
coro, desfilar con el imperio, temblar con el “apostolao”, vestirte de figura y
ser un lirio morao…”
Lorenzo Reina desplegó todo su lirismo en un largo poema que, más que recita, musita
embargándonos el cuerpo con emoción. Al estilo machadiano desgrana su alma:
“Mi
infancia son los recuerdos
de
un cuartel, donde chicuelo,
jugaba
con mis hermanos
a
figuras, coraceros…
con
rostrillos en las manos,
túnicas
de terciopelo,
cascos,
lanzas y un deseo:
que
el cielo se iluminase
con
el cohete primero
que
anunciaba la llegada
de
ansiado jueves lardero..”
Después
hizo un cántico emotivo a la Semana Santa de su pueblo:
“Existe
una Semana Santa en la que los vivos brindan con los muertos, donde los
recuerdos del ayer conviven con los vivas del mañana, donde el abrazo de un
amigo es el corazón de un hermano, donde la saeta es un suspiro del alma…”. Y termina poéticamente, “donde el manto de la Virgen es un cachito de cielo, donde los varales
de oro y plata se vuelven juncos de caña que bailan al son del coro de la
schola ceciliana, donde un rostrillo en silencio llora sin saberlo nadie…”.
Entre
los versos del Pregonero se intercalaron hermosas saetas, cantadas por sus
hermanos del “Arca de la Alianza”, que resonaron con toda su fuerza y esplendor
en las bóvedas del templo.
El Pregón de Lorenzo Reina tuvo muchos matices
imposibles de recoger aquí pues cantó a los poetas de la villa, la salida del Humilde, la tarde del jueves santo, la salida de los
romanos, los bastoneros de Jesús, la mañana del viernes santo, el recorrido de
la Amargura, terminando con versos preclaros que hablaban de las campanas:
“Las campanas de mi pueblo
al llegar Semana Santa
ya no rezan, sólo cantan
unas con otras al vuelo”.
Y describe, poéticamente, las de la Concepción, las de
San José, las del Hospital, las de la Veracruz, las de Jesús, las del Dulce
Nombre… Fue un Pregón emotivo, intimista, que mantuvo el interés y la atención
de todos y que será recordado en Málaga. Se entregaron placas al Pregonero, al
Hermano Mayor de La Paloma y al Presidente del Arca de la Alianza y, a
continuación, se ofreció un espléndido
lunch, en los amplios salones de la Hermandad a todos los asistentes. Una
jornada inolvidable que la Asociación de
Amigos de Puente Genil en Málaga
supo organizar con esmero y dedicación a todos los socios, amigos y visitantes.
Las fotos están aquí y el pregón aquí
Las fotos están aquí y el pregón aquí